Durante décadas la enfermedad de Newcastle se ha posicionado como una de las principales infecciones virales en la avicultura. Sus repercusiones han sido graves para la industria nacional y mundial, debido a su alta mortandad y rápida propagación.

La enfermedad de Newcastle (ND) es una cepa virulenta del paramixovirus aviar tipo I (APMV-I). Se le conoce también como pseudopeste aviar y neumoencefalitis aviar. Su sintomatología puede variar según el tipo, edad y salud del ave. Además, es altamente contagiosa, y se reproduce en muchas especies domésticas, exóticas y salvajes. 

prevenir Newcastle en aves de enorde

Su control ha sido gracias a medidas de bioseguridad y vacunación en granjas de explotación avícola alrededor del mundo. Por ende, nuestros avicultores deben aplicar medidas para prevenir el Newcastle en aves ponedoras y pollos de engorde. ¿Qué acciones debemos considerar?

En primer lugar, la enfermedad se presenta en tres formas: lentogénica o leve, mesogénica o moderada y velogénica o muy virulenta. 

Entre las principales señales de la enfermedad de Newcastle en los pollos se encuentra:

  • Estornudos.
  • Secreción nasal.
  • Tos.
  • Diarrea verdosa y acuosa.
  • Depresión (inmunosuprimidos).
  • Temblores musculares.
  • Alas caídas.
  • Parálisis completa.
  • Hinchazón de los tejidos alrededor de los ojos y en el cuello.
  • Muerte súbita.

Su prevención se fundamenta en dos acciones básicas pero vitales, que deben mantenerse en todo momento: vacunación y bioseguridad.

Aplicando programas de vacunación avícolas

Para prevenir el Newcastle en aves se recomienda un programa efectivo de inmunización, que incluya:

prevención de pollitos ante enfermedad de Newcastle
  • Seguir las instrucciones del fabricante al almacenar, manipular y administrar las vacunas. Estas se pueden encontrar a través de proveedores especializados y veterinarias.
  • Llevar un registro del programa de vacunación.
  • Esterilizar a fondo el equipo de vacunación después de su uso.
  • Vacunar a las aves sanas. 
  • Asegúrense de que los administradores y /o criadores de pollos estén capacitados en la administración adecuada de vacunas.
  • Para vacunas administradas a través del agua, esta debe ser potable y sin ningún tipo de residuo de cloro o desinfectante. De lo contrario puede eliminar la efectividad de la vacuna.
  • Asegurarse de que el sistema de bebederos esté limpio.
  • Seguir el tiempo de bebida mínimo requerido según lo establecido por el fabricante de la vacuna.
  • Asegúrate de que las vacunas se distribuyan correctamente por todo el gallinero cuando se administren a través del agua o por aspersión.
  • Monitorear el resultado de las vacunas (prueba de título de anticuerpos).
  • Siempre destruir las vacunas  no utilizadas después de que se haya completado la tarea.

La protección local es crucial para proporcionar una inmunidad temprana al pollito. Tras inmunizar la parvada, el propio sistema inmunológico activará un ejército de células diseñadas para atacar y destruir a los invasores antes de que causen daño al ave.

Recuerda focalizar tus actividades de bioseguridad en tu parvada sana, y aislarla de aves enfermas. Las principales fuentes de propagación se encuentran en el agua, gallineros e incluso superficies como llantas de vehículos o suelas del calzado. 

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